El primer jueves de octubre se conmemora el Día Europeo de la Depresión (DED), con el objetivo de realizar un llamamiento sobre la necesidad de una mayor sensibilización.
Unos 30 millones de personas en Europa sufren depresión, lo que supone un coste estimado de 92.000 millones de euros al año. Pero el coste para la sociedad y los individuos es mucho mayor.
Según la OMS, se prevé que la depresión se convierta en la principal causa de carga de enfermedad en 2030.
La depresión es un importante reto de salud pública por su elevada prevalencia. Entre el 8% y el 15% de la población española la padecerá a lo largo de su vida.
Las personas con depresión tienen el doble de probabilidades de estar desempleadas y corren un riesgo mucho mayor de vivir en la pobreza y la marginación social
El 59% de las personas con depresión padece también ansiedad mientras que el 24% de los pacientes con depresión tiene también un trastorno de abuso de sustancias
Diferentes trabajos publicados cifran en un 50% las personas con depresión que no reciben tratamiento o no el adecuado (psicofármacos o psicoterapia o combinación). En estudios españoles como el estudio SCREEN los trastornos depresivos se encontrarían en cerca del 20% de los pacientes atendidos en Atención Primaria.
El primer paso para obtener el tratamiento adecuado es visitar a un médico. Una vez diagnosticada, una persona con depresión puede ser tratada con varios métodos. Los tratamientos más comunes son la medicación y la psicoterapia.
Desde AFDA (Asociación de trastornos depresivos de Aragón) queremos en este día reivindicar la importancia de disponer de un tratamiento adecuado para la recuperación, así como para evitar la cronificación, recaídas y trágicas pérdidas. La depresión es altamente tratable y de ello depende en un alto porcentaje la mejoría.